LEYENDA DE LOS GATOS DEL CLAUSTRO

Dicen que los gatos son los únicos seres que pueden transitar entre el más allá y el mundo al que llamamos real.

 

Son muchas las mitologías antiguas que mencionan a los gatos como compañeros de brujas y hechiceros, de los difuntos en su camino al más allá, o como protectores de amenazas sobrenaturales. Estas historias, no son coincidencia. Cualquiera que haya convivido con un gato, sabe perfectamente que su comportamiento revela un conocimiento de algo que está más allá de nuestro entendimiento.

 

En México, se dice que las brujas podían convertirse en gatos negros. Probablemente el origen de esta creencia es la historia de una joven que acusada de brujería ante el Santo Oficio (nombre que tuvo la Santa Inquisición en esta región durante la época de la colonia), fue sentenciada a morir en la hoguera, pero dicen que cuando la ejecución estaba a punto de llevarse a cabo, ella grito que la soltarán de inmediato, o que serían castigados con la peor peste de ratas que jamás  haya tenido la ciudad; verdugos y personas que presenciaban la ejecución se rieron de la absurda maldición que lanzaba la muchacha y la ejecución continuó, pero justo los verdugos tomaron los brazos de la joven con la intención de amarrarla al poste de la hoguera, ella simplemente se les escurrió  de entre las manos, convirtiéndose en una melaza negra que cayó al piso formando un charco espeso, y antes de que pudieran hacer otra cosa, el charco dio un brinco de un par de metros que para cuando volvió a tocar el suelo, tenía ya la forma inequívoca de un gato negro que continuó su vertiginosa huida sin que nadie pudiera evitarlo.

 

En muy poco tiempo, todos los habitantes de la ciudad se habían enterado de lo ocurrido y con ello, el pánico a los gatos, sobre todo a los gatos negros, se apoderó de la región. Mucha gente ignorante comenzó a cazar gatos, provocando con ello una escasez de estos animales, pero lo que no tenían contemplado, fue que con la escasez de gatos, vino también la proliferación de ratas, de una manera nunca antes vista por esta ciudad de México cumpliendo cabalmente la maldición de la bruja.

 

Pero hubo un lugar en la ciudad de México, en donde los maullidos nunca cesaron; el Claustro de la orden de San Jerónimo, brindo por un tiempo buen refugio para algunos felinos. Se dice que los gatos se refugiaron en este lugar, porque hace muchos años, vivía aquí, un monje cuya alma era muy anhelada por un ser de oscuridad, pero éste, no podía acercarse al monje a causa de que su gato lo protegía todo el tiempo, le ronroneaba cada vez que podía ver al maligno ser acecharle y con esto, el monje, incapaz de ver a quien lo acechaba, sabía de su presencia y se ponía a rezar con lo que lograba ahuyentar al ser.

 

Una noche, este gato, cansado de los constantes intentos de este demonio, le propuso un trato; si podía decirle exactamente la cantidad de pelos que había en su cuerpo antes de la medianoche, él se quedaría callado la próxima vez que lo viera, dándole la oportunidad de acercarse a su amo, pero si no lo lograba antes de la medianoche, no solo desistiría de acercarse a su amo para siempre, además tendría que otorgarle voz humana. El maligno ser aceptó y comenzó a contar los pelos del gato, pero cuando el gato sintió que se acercaba a la cuenta final, cambió de posición erizando todo su cuerpo y haciendo que el ser perdiera la cuenta por completo.

 

Así este gato no sólo salvó el alma del monje, además obtuvo la oportunidad de hablar como humano, habilidad que usó para contarle todo a su amo, y que éste a su vez, pudiera contárselo a otros humanos para aconsejarles que adoptaran gatos, puesto que ellos, saben cómo ahuyentar e incluso vencer a los seres de oscuridad. Y así lo hizo el monje, después de un tiempo, los monjes y monjas de este claustro comenzaron alimentar y cuidar a cuanto gato llegara a la casa, convencidos de que ellos ayudaban a mantener a raya a los seres malignos, y de paso, también a los roedores.

 

Algunos dicen que aún hoy, hay quienes dentro del Claustro de la orden de San Jerónimo, sobre todo en la zona del jardín y cerca de la cruz de san Antonio, pueden  escuchar la voz humana de aquel gato que susurrando junto con los maullidos de los otros felinos, pregunta a los humanos las razones de aquella matanza, o intentan advertirles de los malos espíritus que les acechan en ese lugar.

 

Recuperada de las leyendas mexicanas:

“El Gato Negro”

Sin autor. (2006). Las Mejores Leyendas de la Inquisición. México: Época.

 

“La Cacería de Gatos”

González Olivo Marisol, Gaspar Mosqueda Sergio. (2008). Leyendas de Fantasmas de la Colonia. México: Editores Mexicanos Unidos.

 

“¿Por qué se erizan los gatos?”

MARCO ANTONIO AMAYA. (2011). Mitos y Leyendas mexicanas - ¿POR QUÉ SE ERIZAN LOS GATOS? (LEYENDA MEXICANA). 23-Enero-2015, de Facebook Sitio web: https://www.facebook.com/notes/soy-mi-fan/mitos-y-leyendas-mexicanas-por-qu%C3%A9-se-erizan-los-gatos-leyenda-mexicana/261141037280178


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